EDITORIAL

 Voz Liceyana

La educación enciende las luces de la libertad y de la inteligencia que nos abre las puertas del verdadero desarrollo y eleva la autoestima que nos enseña a competir en buena lid, con  los demás de aquí y de allá, tomando en cuenta la solidaridad y  hermandad que nos identifican como seres humanos en sociedad…

Sin educación se hace difícil conseguir una buena cultura, que nos de la identidad para desarrollar estilos de vida sanos.

Sin educación se desvían los talentos y potencialidades del individuo y, por tanto, de la sociedad; lo que tiende a deshumanizarla cayendo en toda clase de bajeza e improperios.

Sin un trabajo digno y a su tiempo la dignidad del hombre, la mujer y los niños, cae en un oscuro abismo que retranca, enferma y estanca la evolución de las naciones y, por consecuencia, del planeta…

Sin Arte se entorpecen y vulgarizan los sentidos y desfallece la sensibilidad que nos hace uno con el infinito…

Sin amor y espiritualidad no hay vida en sociedad…